Entrevista con Alejandra Bonilla, integrante del colectivo Tinamaste.
El despojo de la tierra es la realidad que une a generaciones de muchas familias rurales costarricenses, una realidad que se agudiza y se agrava en la actualidad con la dinámica de apertura y avanzada del gran capital, que empieza a vislumbrar nuevas formas de explotación y extractivismo, asegura Alejandra Bonilla, del colectivo Tinamaste. En este contexto, las mujeres se ven forzadas a tomar un rol protagónico en la lucha y resistencia por conservar y trabajar la tierra y hacer un uso campesino y de subsistencia.
En las últimas semanas, la población costarricense se ha enterado del drama que viven muchas localidades en zonas rurales del país, donde los conflictos por tenencia de tierras son más frecuentes de lo que se pensaría, en un país que se presume pacífico y equitativo. El desalojo de 80 familias en la Zona Sur del país puso de relieve esta problemática, que se repite en muchas otras regiones rurales de Costa Rica.
Foto: Semanario Universidad