Cinco meses han pasado desde el asesinato de la lideresa lenca Berta Cáceres. Sus familiares y el Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas, de Honduras aseguran que la lucha de Berta por la defensa del territorio y los bienes naturales está más viva que nunca. Además, exigen que la investigación por su muerte llegue hasta las últimas consecuencias.