La llegada de personas no indígenas a los pueblos originarios en Costa Rica, ha desatado grandes divisiones culturales y políticas desde hace más de 40 años. En Térraba, al sur del país, el activismo de sus habitantes originarios reclama respeto por la autonomía y recursos naturales del pueblo. Pero sobre todo reclama el abandono y negligencia que por años han recibido de los gobiernos.