El salvaje desalojo protagonizado por la policía especializada antidisturbios contra familias originarias Ngäbe-Buglé asentadas en las inmediaciones del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, dejó a la intemperie a 57 familias originarias, a al menos una decena de originarios en el hospital y provocó la pérdida de un ojo de un menor.
Las familias fueron acusadas por la policía de invadir terrenos privados, en la comunidad de Barro Blanco, en la provincia de Chiriquí. Sin embargo se trataría de familias originarias que se vieron forzadas a migrar luego de que sus tierras ancestrales, cementerios, terrenos cultivables y sitios sagrados fueran inundados para la construcción de una represa.
Dania Betsi Batista de Radio Temblor Internacional conversó con el abogado de la Coordinadora Legal Victoriano Lorenzo, organización que reivindica el derecho a la vivienda digna y nos amplia.
En este contexto llama la atención la disertación del presidente Laurentino Cortizo en la COP 26, dónde dijo que el éxito de ser uno de los tres países con emisiones de carbono negativo, se debe a que comenzó a RESPETAR a los pueblos originarios y los bosques.