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La presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, Alba Luz Ramos, fue despojada de su cargo el pasado 24 de octubre y posteriormente se conoció de una lista de otros despidos en este poder del Estado que es controlado por la pareja presidencial Ortega y Murillo, según informaron medios de comunicación independientes.
El abogado Yasser Morazán ex trabajador del poder judicial, desde el exilio dijo que tenía información sobre una barrida de varios funcionarios del poder judicial a raíz de la supuesta salida de Ramos.
Hasta ahora el poder judicial no ha confirmado ni negado las denuncias, pero la lista de despidos continua, según denunciaron familiares de los afectados.
La Corte Suprema de Justicia fue intervenida cuando se conoció que llegó a su sede el Comisionado General de la policía Horacio Rocha a notificar el despido del Secretario administrativo de la Corte, Bernan Martínez, después se conocieron otros supuestos despidos incluyendo a la magistrada Yadira Centeno, quien fue separada de su cargo.
Diego Barberena, del consejo político de la opositora Unidad Nacional, llamó a los funcionarios a denunciar las violaciones a los derechos humanos y dejar de ser cómplices de la dictadura, ante este golpe de Estado perpetrado por la pareja presidencial.
Pese a que la Constitución de la República de Nicaragua establece la separación de poderes, el Ejecutivo que dirige Ortega y Murillo, ha tomado todo el control de las instituciones, con lo cual se ha perdido la autonomía y el estado de derecho, según lo han denunciado organismos nacionales de derechos humanos y grupos opositores.
