Mendigan, venden, hacen trabajos y muchos de ellos son malabaristas. En Honduras, miles de niños y niñas son privados de su infancia; son los habitantes de un submundo llamado ?la calle?, donde no existe más ley que la supervivencia. Hoy conocemos la historia de Juancito, un niño de 10 años obligado a ganarse la vida en medio de las calles de la ruidosa y peligrosa San Pedro Sula, al norte de Honduras.
Ingmer Gerardo Chévez, de Radio Progreso, nos comparte este reportaje.