El organismo internacional de Derechos Humanos Raza e Igualdad, denunció que la persecución del régimen de Ortega en contra de la iglesia católica, ha alcanzado a la fecha a 170 personas entre ellos 3 obispos y 70 monjas, además de sacerdotes y otros religiosos, muchos de ellos encarcelados y expulsados del país.
En un informe reciente, el organismo detalló que entre esos religiosos se encuentran 12 sacerdotes y 3 obispos que el régimen encarceló y posteriormente expulsó hacia el Vaticano y otros 19 sacerdotes y seminaristas excarcelados y expulsados el año pasado.
Uno de los sacerdotes expulsados del país, narró en anonimato lo que sucede en Nicaragua en contra de la iglesia católica.
“que la vida de mi familia y seres queridos corre peligro ahí en Nicaragua.
que al frente a la casa de mi familia hay una patrulla de la policía fijando las 24 horas del día cada movimiento.
y que si he aceptado venir a hablar aún exponiéndolos a ellos a cualquier represalia o venganza de la dictadura, es por 2 razones: porque creo que hay un dios que los cuida y porque si todos los cristianos que creemos en la democracia, en la libertad, en la justicia social no hacemos nada, nadie más lo va a hacer.
no he venido a hablarles de memoria o a relatarles lo que otros me han contado que vivieron, he venido a compartir con uds mi experiencia personal como sacerdote nicaragüense arrestado, insultado, golpeado y encarcelado durante largos meses junto con otros sacerdotes a quienes se nos acusó de traición a la patria, como si la patria fuera ese grupo de terroristas que destroza a mi país.
Como iglesia estamos viviendo los peores momentos de toda su historia en Nicaragua, nunca esta amada iglesia había sufrido tanto atropello, tanto acoso, tanta persecución como ante la actual dictadura.”
Pese a los testimonios y las denuncias de los propios sacerdotes afectados, la vice presidenta Rosario Murillo en declaraciones a medios oficialistas el pasado 4 de enero, negó que en Nicaragua existe persecución a la iglesia.
En tanto diferentes organismos nicaragüenses en el exilio, así como otras organizaciones internacionales defensoras de derechos humanos, han demandado al régimen de Ortega que detenga la persecución en contra de la iglesia católica.
A la fecha las procesiones religiosas de la iglesia católica están prohibidas y es notorio el patrullaje policial alrededor de las parroquias al momento de los oficios religiosos, pese a que, de acuerdo a las encuestas, de los 6 millones de habitantes que tiene el país, más de la mitad profesan la religión católica.
Es la información desde Nicaragua.