Desde la Organización de Estados Americanos continua la presión para aplicar lo que se conoce como Carta Democrática para expulsar a Nicaragua de este organismo, aduciendo preocupación por la persistencia de las violaciones a los derechos humanos en ese país.
Aunque resulta poco coherente que el gobierno golpista de Bolivia o desde la administración temeraria y racista de Donald Trump en Estados Unidos se preocupen por el manejo de la alerta de pandemia en Nicaragua.