Este domingo 6 de noviembre el ex líder revolucionario Daniel Ortega, nuevamente se presenta para la reelección presidencial en Nicaragua y ganará casi con toda seguridad. El desarrollo económico de Nicaragua es positivo, los programas sociales ayudan a los más pobres, los ricos pagan pocos impuestos y la criminalidad es poca en comparación con países vecinos como Honduras o El Salvador afligidos por la violencia. Por eso es de extrañar que el propio Ortega ponga en juego la legitimidad de su victoria al no permitir observadores internacionales, al acosar a la oposición y al expulsar a periodistas y activistas extranjeros.
El periodista Markus Plate echó una mirada al sistema de Ortega.