Pese a que el número de casos detectados de VIH-SIDA en mujeres mexicanas va en aumento, las políticas de prevención y los recursos destinados a enfrentar este problema de salud carecen de perspectiva de género. Las mujeres siguen relegadas y a menos que estén embarazadas o que sus parejas sean diagnosticadas con el virus, acceder a las pruebas no es sencillo. Foto: e-veracruz.mx