Organizaciones en ese país rechazan la entrada en vigencia del nuevo Código Penal.
Entre las razones de fondo que señalan está la reducción de penas para los delitos de corrupción, narcotráfico y violación sexual; además, consideran que contiene delitos redactados de forma vaga y ambigua que limitan los derechos y libertades ciudadanas.
En otras palabras, el nuevo Código Penal parece que tiene dos caras: una que favorece a personas corruptas, narcotraficantes y violadores; y otra que limita abiertamente los derechos, sobre todo los vinculados con la libertad de expresión, de reunión, de asociación y de participación.
La comunicadora Iolany Pérez desde Radio Progreso en Honduras nos amplía.