La madrugada del jueves fue asesinada en su propia casa de habitación en La Esperanza, Intibucá, la líder indígena y ambientalista Berta Cáceres.
Berta lideraba una férrea lucha junto a las comunidades indígenas en contra del saqueo de empresas transnacionales que buscan acaparar el agua y los bienes naturales de la región, lo que le valió persecusión, amenazas y criminalización contante en los últimos años. Desde dentro y fuera de Honduras, se hacen escuchar las voces la indignación y la exigencia vehemente de que esta dolorosa muerte no quede impune.