El 27 de septiembre pasado dicha familia recuperó la osamenta de Timoteo Chuy Chalí, secuestrado-desaparecido en 1982.
Un proceso de búsqueda de personas desaparecidas realizado por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala permitió identificar los restos a través de una prueba de ADN. Ese día, la familia Chuy Cutzal pudo cerrar el ciclo del duelo al brindarle un entierro digno.
La nota es de Juan Pablo Montenegro de la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas (Fger).