El estado de Sitio en la zona del Estor Izabal decretado el pasado 24 de Octubre por el presidente Alejandro Gammattei, no es más que un doble discurso del Gobierno, donde por un lado provoca la confrontación entre el pueblo y la policía, y por el otro, facilita la continuidad de las actividades extractivistas, así refieren el abogado de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, ODHAG, Marco Castro y el Párroco de la Iglesia de San Pedro Apóstol, Edwin Orlando Salom.
Añaden que con la medida el Gobierno busca por un lado favorecer a la Compañía Gutemalteca de Níquel y por el otro criminalizar al pueblo que reclama el cese de las actividades mineras, tras 50 años de explotación y contaminación en la zona.
Los detalles de lo que viene ocurriendo en el Estor en el siguiente despacho de Herbert Reyes.