Las formas diversas de discriminación de las que somos objeto las mujeres, nos lleva a liderar luchas sin descanso, por los derechos propios y los de nuestra gente. Abrirse espacio en lugares históricamente reservados para hombres es un camino repleto de múltiples obstáculos.
Un testimonio de ello, lo da Mirna Nij, secretaria de organización de la Central de Trabajadores del Campo y la Ciudad e Guatemala, que nos habla, desde su firme convicción de que la equidad de género que pregonan los movimientos sociales debe ser real en términos de participación.
Foto: Agencia CERIGUA