El pueblo salvadoreño y especialmente los sectores católicos recibieron con alegría la noticia de que el Papa Francisco reconoció a Monseñor Oscar Arnulfo Romero como un mártir. Romero fue asesinado en 1982 por en Escuadrón de la Muerte durante la Guerra Civil en El Salvador. Se cree que la derecha salvadoreña trata de influir en el Vaticano para evitar la beatificación del sacerdote.