El 4 de marzo del año 2020 pasadas las 8 de la noche, Allison Bonilla Vásquez se bajó de un autobús con destino a su casa en Ujarrás, de Paraíso de Cartago. Esa noche su madre, Yendri Vasquez, la esperaba en casa. Pero Allison nunca llegó.
La jóven de 19 años fue interceptada por un vehículo en el que viajaba Nelson Enrique Sánchez Ureña, vecino y conocido de la familia de Allison. Según el Ministerio Público, Sanchez Ureña aprovechó que conocía a Allison para convencerla de subir a su carro, para posteriormente llevarla a una finca donde la asesinó con extrema crueldad y violencia.
Este 18 de agosto se dictó sentencia contra el femicida, que para muchos no garantiza justicia y más bien perpetúa la impunidad.
La información sobre este caso con nuestra compañera Génesis R. Cruz de la Asociación Voces Nuestras.