El capitalismo ha naturalizado por décadas las desigualdades y la injusticia social. Mientras unos acumulan demasiado con poco esfuerzo, otros acumulan largas jornadas de trabajo muy mal pagado.
La economía capitalista promueve una forma de vida insostenible y consumista, bajo lógicas de explotación de la madre tierra y de las personas trabajadoras. Un modelo conveniente sólo para unos pocos.
Por suerte otros mundos también son posibles.
Escuchamos la nota desde Costa Rica con Génesis Crúz de la Asociación Voces Nuestras.