Canales de tele y frecuencias de radio: Cada vez en menos manos

Fabiola Pomareda / [email protected]

La falta de control y acciones del Estado durante aƱos y la ausencia de una legislaciĆ³n actualizada ha permitido que unos pocos grupos de poder econĆ³mico en Costa Rica concentren varios canales de televisiĆ³n y frecuencias de radio.

Los mismos datos actualizados de concesionarios de frecuencias en AM, FM y canales de televisiĆ³n, provistos por la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) asĆ­ lo muestran. Para el 2016 habĆ­a en el paĆ­s 74 frecuencias de radio AM; 55 en FM y 73 frecuencias televisivas. Otoche SRL tiene 5 canales de televisiĆ³n; The Worldwide University Network Radio tiene 7 frecuencias de radio;

y la Iglesia CatĆ³lica 8 frecuencias y 2 canales. La Televisora Cristiana TBN o Enlace TV tiene 7 canales. Pero el caso mĆ”s claro sigue siendo el de la empresa Representaciones Televisivas (REPRETEL), que tiene 8 canales de televisiĆ³n y 13 frecuencias de radio, incluyendo a su subsidiaria Sociedad Central de Radios CDR S.A (Ver cuadro).

La concentraciĆ³n de la propiedad de medios en radio y televisiĆ³n en Costa Rica -al igual que en el resto del mundo- es de suma importancia en el debate actual sobre libertad de expresiĆ³n y derecho a la comunicaciĆ³n, en cuanto influye en el mensaje que dan estos medios a travĆ©s de sus programas y con las noticias que difunden, acordes con sus intereses.

Es de importancia porque son las empresas mediĆ”ticas mĆ”s fuertes las que controlan lo que cada vez mas personas ven, escuchan o leen, debido a los volĆŗmenes de audiencia que manejan. Eso tambiĆ©n significa, como han explicado expertos, que controlan lo que piensa la gente: es un tipo de programaciĆ³n mental. A travĆ©s del control del espectro radioelĆ©ctrico, un bien pĆŗblico, nos muestran el mundo a travĆ©s de un solo un lente, que refleja una realidad muy limitada.

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ConcentraciĆ³n de la propiedad de los medios

ĀæCuĆ”ntas frecuencias son concentraciĆ³n? Aunque no existe una definiciĆ³n Ćŗltima de concentraciĆ³n, la RelatorĆ­a Especial para la Libertad de ExpresiĆ³n de la OrganizaciĆ³n de Estados Americanos (OEA) seƱala que el pluralismo es un espacio en el que se desarrolla una amplia gama de valores sociales, polĆ­ticos y culturales, opiniones, informaciĆ³n e intereses, que encuentran un espacio de difusiĆ³n a travĆ©s de los medios de comunicaciĆ³n. SegĆŗn la RelatorĆ­a, la concentraciĆ³n es concebida como la negaciĆ³n de la pluralidad, signo distintivo de la libertad de expresiĆ³n. Dentro de este marco, se ha seƱalado que ?sin pluralidad de voces y opiniones, los medios de comunicaciĆ³n masiva no pueden desarrollar un papel positivo dentro de una democracia? dado que ?el pluralismo es una regla fundamental dentro de las polĆ­ticas […] vinculadas a los medios de comunicaciĆ³n social?.

SegĆŗn lo dispuesto en el artĆ­culo 56 de la Ley General de Telecomunicaciones de Costa Rica, de 2008, se entiende por concentraciĆ³n ?la fusiĆ³n, la adquisiciĆ³n del control accionario, las alianzas o cualquier otro acto en virtud del cual se concentren las sociedades, las asociaciones, las acciones, el capital social, los fideicomisos o los activos en general, que se realicen entre operadores de redes y proveedores de servicios de telecomunicaciones que han sido independientes entre sĆ­?.

?Previo a realizar una concentraciĆ³n, los operadores de redes y los proveedores de servicios de telecomunicaciones deberĆ”n solicitar la autorizaciĆ³n de la Sutel, a fin de que 28 esta evalĆŗe el impacto de la concentraciĆ³n sobre el mercado. Dicha autorizaciĆ³n se requerirĆ” con el fin de evitar formas de prestaciĆ³n conjunta que se consideren nocivas a la competencia, los intereses de los usuarios o la libre concurrencia en el mercado de las telecomunicaciones?, continĆŗa.

Recientemente se le consultĆ³ a la SUTEL cuĆ”les eran los Ć­ndices que manejaban ellos de cuĆ”nto era tĆ©cnicamente concentraciĆ³n. A travĆ©s de su encargado de prensa respondieron lo siguiente:

?Para analizar la concentraciĆ³n del espectro como un recurso se utiliza el Ć­ndice de Herfindahl (HHI) o Ć­ndice de Herfindahl-Hirschman que consiste en una suma del cuadrados de la cantidad de asignaciones del recurso que se estĆ” valorando?. Esa definiciĆ³n fue bastante confusa.

ĀæQuiĆ©n dice que hay concentraciĆ³n?

En Costa Rica “existe una evidente concentraciĆ³n de las frecuencias mĆ”s rentables para la provisiĆ³n de servicios de telecomunicaciones en unos pocos concesionarios, algunos de los cuales deberĆ”n ser motivo de estudios especĆ­ficos para determinar la congruencia entre el tĆ­tulo de servicio privado y el uso real que se le da a las respectivas frecuencias”. AsĆ­ lo seƱala el Informe NĀŗ DFOE-IFR-IF-6-2012 del 30 de julio de 2012 de la ContralorĆ­a General de la RepĆŗblica.

Lo comprobĆ³ igualmente una investigaciĆ³n de la periodista Gianina Segnini, quien elaborĆ³ el capĆ­tulo de Costa Rica del libro ?Los monopolios de la verdad. Descrifrando la estructura y concentraciĆ³n de los medios en CentroamĆ©rica y RepĆŗblica y Dominicana?.

?En Costa Rica?, seƱalĆ³, ?cinco grupos empresariales concentran dos o mĆ”s frecuencias de radio?. Segnini, experiodista del diario La NaciĆ³n, actualmente dirige la MaestrĆ­a de concentraciĆ³n de datos en la Escuela de Periodismo de la Universidad Columbia, en Nueva York.

Otra investigaciĆ³n tambiĆ©n detalla que en la Ćŗltima dĆ©cada ha aumentado la concentraciĆ³n de la propiedad en la radio en Costa Rica y esto ha estado determinado por la trasnacionalizaciĆ³n de los medios, que despuĆ©s de distintos procesos de compra-venta, fusiones y adquisiciones, han pasado a formar parte de grandes conglomerados transnacionales. Se trata del artĆ­culo ?Los dueƱos de la palabra en Costa Rica en un contexto de reforma neoliberal?, de Francisco Robles Rivera y Koen Voorend publicado en la revista Rupturas de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) en el 2012.

ĀæPor quĆ© se ha dado?

Una de las razones de la concentraciĆ³n de medios de comunicaciĆ³n tiene que ver con el desorden con que se ha manejado el espectro radioelĆ©ctrico en el paĆ­s; es decir, esa especie de carretera por donde viajan las ondas radiales y las seƱales televisivas.

Una de las conclusiones del ?Informe tĆ©cnico sobre el uso y asignaciĆ³n del espectro radioelĆ©ctrico en Costa Rica? es que ?El control del espectro fue escaso, lo que facilitĆ³ el otorgamiento de frecuencias demasiado amplias y prĆ”cticamente gratuitas para usos tecnolĆ³gicamente inadecuados, permitiĆ³ numerosos incumplimientos de los concesionarios en cuanto a los usos y condiciones establecidas en las licencias, traspasos y cesiones de tĆ­tulos sin contar con las debidas autorizaciones, alquileres de frecuencias, concentraciones de frecuencias, uso ineficiente de las mismas, entre otros.?

Dicho informe fue elaborado en el aƱo 2009 por el Programa Sociedad de la InformaciĆ³n y Conocimiento (PROSIC) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

SegĆŗn otra investigaciĆ³n sobre la radiodifusiĆ³n en Costa Rica, realizada tambiĆ©n por el PROSIC, los grupos o cadenas radiales empezaron con una emisora matriz consolidada histĆ³ricamente, y a partir de ahĆ­ se expandieron comprando y renovando otras emisoras.

Lo cierto es que la forma en que las frecuencias radiales en Costa Rica han pasado de mano en mano denota una curiosa promiscuidad, por la manera en que han sido ?cedidas? sin ningĆŗn control y por los montos ridĆ­culos que el Estado ha recibido por estas concesiones de un bien pĆŗblico, propiedad de toda la sociedad costarricense, como lo es el espectro radioelĆ©ctrico.

Por otra parte, en la Ćŗltima dĆ©cada ha aumentado la concentraciĆ³n de la propiedad en la radio determinado por la trasnacionalizaciĆ³n de los medios, que despuĆ©s de distintos procesos de compra-venta, fusiones y adquisiciones, han pasado a formar parte de grandes conglomerados transnacionales. AsĆ­ lo detallan Francisco Robles Rivera y Koen Voorend en su artĆ­culo.

El libro ?Los monopolios de la verdad. Descrifrando la estructura y concentraciĆ³n de los medios en CentroamĆ©rica y RepĆŗblica y Dominicana? tambiĆ©n confirma que existe una importante penetraciĆ³n extranjera en Costa Rica, tanto en la propiedad de las emisoras como en los contenidos de los canales.

Esta investigaciĆ³n del fondo The Trust for the Americas y el Instituto Prensa y Sociedad apunta a que en Costa Rica la radio llega a muchos hogares ?ticos?; sin embargo, no existen tantas emisoras como en otros paĆ­ses de la regiĆ³n.

ĀæCĆ³mo ocurriĆ³ exactamente? (Ver cuadro)

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Para el historiador y escritor Oscar Aguilar Bulgarelli, en efecto en Costa Rica hay una indiscutible concentraciĆ³n de medios de comunicaciĆ³n, y especialmente el fenĆ³meno se ha dado en la radio y en la televisiĆ³n en los Ćŗltimos aƱos.

Desde que empezaron a operar las primeras radios a partir de 1930 y hasta entrada la dƩcada de los 90, habƭa emisoras individuales, muchas de ellas familiares.

?Se sabĆ­a cuĆ”l era la emisora de los Aguilar, de los Barahona, de los Sotela, de los Alfaro; y a. travĆ©s de sus noticieros habĆ­a diferentes maneras de pensar, desde posiciones de extrema derecha hasta de la extrema izquierda. La radio ofrecĆ­a un Ć”mbito muy amplio de programas de opiniĆ³n, de discusiĆ³n. Es decir, la radio era realmente una radio muy democrĆ”tica?, enfatizĆ³ Aguilar.

En 1920 Armando CĆ©spedes MarĆ­n construyĆ³ su primera estaciĆ³n de radio de comunicaciĆ³n internacional conocida como ?La Voz de Costa Rica?, la cual perfeccionĆ³ y se convirtiĆ³ en la primera radioemisora de onda corta que se estableciĆ³ en AmĆ©rica Latina. AsĆ­ lo registra Enrique Tovar en su artĆ­culo ?CronologĆ­a de la radiodifusiĆ³n en Costa Rica?. En diciembre de 1927 CĆ©spedes hizo la primera transmisiĆ³n de onda larga del paĆ­s.

Radio Athenea, por ejemplo, era propiedad de Rogelio Sotela Bonilla y se mantuvo activa hasta la dĆ©cada de 1970. Fue la primera en sostener la transmisiĆ³n diaria durante las 24 horas, segĆŗn Tovar.

Sin embargo, la entrada de la televisiĆ³n al paĆ­s afectĆ³ a la radio en lo financiero y, de acuerdo con Aguilar, esto significĆ³ el inicio de la concentraciĆ³n en la radio, tanto por una razĆ³n econĆ³mica como tecnolĆ³gica, porque empezaron a instalar las repetidoras. Esto hizo que algunas cadenas como Radio Columbia y Radio Monumental empezaran a concentrar frecuencias, aunque sus noticieros se mantenĆ­an independientes uno del otro.

Radio Columbia, por ejemplo, naciĆ³ en los aƱos 50s como una emisora capitalina que cubrĆ­a 10 cuadras a la redonda. SegĆŗn el artĆ­culo ?Ida y vuelta el liderazgo en la historia del Grupo Columbia?, don Francisco CĆ³rdoba fundĆ³ la radio y posteriormente Ć©sta fue comprada por el empresario Carlos Alfaro McAdam. En los 60s nace la idea de las repetidoras para ampliar la cobertura y surgen asĆ­ emisoras Columbia en Puntarenas, Liberia, Nicoya, Turrialba, San Isidro de El General, San Carlos y LimĆ³n.

La expansiĆ³n de la empresa comenzĆ³ en 1975. Primero con la creaciĆ³n de Columbia EstĆ©reo y luego con Radio Uno. Varias personas de cierta edad recordamos el famosĆ­simo ?Concierto para enamorados?, con Rupert Alvarado con su ?Amor en el aire…?; o mejor aĆŗn, ?Los 30 rapiditos de Tosty?. En el 2007 Columbia vende Radio Uno a Central de Radios.

Posteriormente, a fines de los 90s y despuĆ©s de la quiebra de las empresas de Calixto Chavez, varias emisoras, junto con otras empresas de Chavez, pasaron a ser propiedad del grupo econĆ³mico de don Ɠscar Arias SĆ”nchez, segĆŗn Aguilar. Luego estas emisoras fueron vendidas -especĆ­ficamente la cadena de Radio Monumental-.

Radio Monumental fue fundada por don Gonzalo Pinto HernĆ”ndez en 1929 y quedaba en el centro de TibĆ”s. DespuĆ©s de su muerte, su hijo traslada la emisora a San JosĆ© y puso la famosa pizarra fuera del edificio. En 1999 Radio Monumental pasa a ser Grupo Monumental y lanza ZFM, de mĆŗsica latina. Empieza a alquilar espacios a Radio Fabulosa y Radio Favorita. Luego lanzan Exa… En fin: en el 2004 asumen la operaciĆ³n de Radio Reloj y Radio Emperador y continĆŗan los cambios.

Mientras esto ocurrĆ­a por un lado, por otro surgiĆ³ Central de Radios en el 2006 y sacĆ³ al aire Radio Disney. En setiembre del 2006 Central de Radios adquiere Grupo Monumental. En la reseƱa histĆ³rica publicada en la pĆ”gina web de CDR se cita: ?Al formar parte de Central de Radios nos hacemos ‘hijos’ de una corporaciĆ³n mayor a nivel internacional, Alba VisiĆ³n?.

Entre los grupos radiofĆ³nicos del paĆ­s, Central de Radios (CDR), de Representaciones Televisivas S.A. (Repretel), es el mĆ”s grande y de mayor audiencia en Costa Rica, como ellos mismos se definen. Agrupa a emisoras como Best (103.5FM), Disney (101.1FM), La Mejor (99.1FM), Reloj (94.3FM), Zeta (95.1FM) Monumental (93.5FM), Exa (102.7FM), Radio Managua (670 AM), Radio PacĆ­fico (730AM) y Planchaton (980AM), entre otras.

?El grupo Central de Radios realmente es la concentraciĆ³n de frecuencias de radio mĆ”s grande que hay en el paĆ­s. AdemĆ”s, paulatinamente ha ido concentrando la opiniĆ³n que se emite por esas frecuencias. Los programas de opiniĆ³n libres e independientes prĆ”cticamente quedan bajo una misma forma de pensar?, aƱadiĆ³ Aguilar.

?Hace algunos aƱos Costa Rica tenĆ­a 80 emisoras de radio; hoy esas emisoras individualizadas no llegan a 40?, agregĆ³. Para Ć©l, la concentraciĆ³n es preocupante ademĆ”s porque las emisoras que se dedicaban a la parte informativa, formativa y de opiniĆ³n prĆ”cticamente quedaron concentradas en un sĆ³lo grupo mediĆ”tico.

?Me parece que en este momento la Ćŗnica emisora que prĆ”cticamente queda con un criterio y una actitud mĆ”s amplia es Radio Gigante y la 107.1, que por un sistema meramente de comercializaciĆ³n, porque venden los espacios, tienen programas de noticias y de pensamiento diferente. Competir en ese caso con los grandes medios concentrados en empresas es sumamente complejo?, fustigĆ³.

En el caso especĆ­fico de la televisiĆ³n, Ć©sta comenzĆ³ sus emisiones en Costa Rica en 1960 y quedĆ³ organizada bajo un rĆ©gimen privado con fines de lucro. Una medida que alterĆ³ el panorama y tuvo un fuerte impacto en la televisiĆ³n fue permitir el ingreso de capitales extranjeros en el sector. A esto se le suma un histĆ³rico dĆ©ficit en producciĆ³n de contenidos de televisiĆ³n, lo cual hace al paĆ­s altamente dependiente de la producciĆ³n extranjera.

Para Aguilar, en Costa Rica es verdaderamente preocupante la concentraciĆ³n en la propiedad de los canales de televisiĆ³n.

?En este paĆ­s la gente ve mayoritariamente a travĆ©s del VHF, o sea, ve los canales del 2 al 13. de esos canales en este momento salvo el canal 7 y el canal 13, todos los demĆ”s pertenecen a Repretel porque esta empresa concentra la mayor cantidad de canales de televisiĆ³n que hay en el paĆ­s. Si usted ve canal 6 es cierto que hay noticieros diferentes que en el 11; pero acaban de hacer una reforma para tener una sola plataforma de informaciĆ³n y personal y a partir de ahĆ­ se nutre editorialmente a ambos canales. A su vez es la que dicta la lĆ­nea de pensamiento a Central de Radios y eso genera uniformidad de pensamiento, a una sola manera de ver las cosas?, resaltĆ³ Aguilar.

El conglomerado Repretel empezĆ³ sus actividades en 1993 y 22 aƱos despuĆ©s posee 13 emisoras de radio (de Central de Radios) y 8 canales de televisiĆ³n, que incluyen a las repetidoras. Repretel forma parte de Alba VisiĆ³n, operadora de televisiĆ³n y radio, propiedad del empresario mexicano Ɓngel GonzĆ”lez y conformada por 26 canales de televisiĆ³n y 82 estaciones de radio en CentroamĆ©rica y SudamĆ©rica, como confirma el documento ?La radiodifusiĆ³n en Costa Rica?, del Programa de la Sociedad de la InformaciĆ³n y el Conocimiento de la Universidad de Costa Rica (PROSIC).

Otro caso es el de la Televisora Cristiana TBN o Enlace TV. En 1981, JonĆ”s GonzĆ”lez RodrĆ­guez visita la NASA en Houston, Texas y allĆ­ tiene la visiĆ³n para construir una red de televisiĆ³n cristiana latinoamericana. Recibe este llamado de parte de Dios, segĆŗn se indica en la pĆ”gina web de la empresa. En 1986 le dan la frecuencia del canal 23. En 1988, Paul Crouch, presidente de Trinity Broadcasting Network (TBN), dona un transmisor de 10 watts, al canal 23. La primera seƱal fue emitida desde el Barrio Los Ɓngeles en San JosĆ©, en lo que fueron las instalaciones de la fĆ”brica de pastas Lucema.

En 1992 se instalan repetidoras en LimĆ³n, Santa Elena y Cerro de la Muerte. Se inicia la construcciĆ³n del primer estudio de canal 23. Entre 1996 y el 2007 empieza a transmitir con distintos satĆ©lites para llegar a mĆ”s regiones del mundo. Actualmente, Enlace tiene mĆ”s de 5,000 puntos de transmisiĆ³n en 120 paĆ­ses, y cubre al mundo a travĆ©s del Internet.

MĆ”s concentraciĆ³n = menos diversidad

La concentraciĆ³n de medios de comunicaciĆ³n en pocas empresas de poder econĆ³mico influye en el contenido; en lo que vemos y escuchamos, afirman expertos. Se refleja a nivel de informaciĆ³n y de discurso en Costa Rica.

En Costa Rica la radio sigue llegando a muchos hogares; pero como muestran los datos, en los Ćŗltimos aƱos se ha dado un incremento en las fusiones y adquisiciones por parte de las principales empresas; las radios comunitarias tienen poco peso; los montos que pagan los concesionarios por las frecuencias de radio son mĆ­nimos; no existe claridad en los trĆ”mites para usar o traspasar las frecuencias; y existe una importante penetraciĆ³n extranjera en la propiedad de las emisoras. Todo esto tiene un impacto en lo que escuchamos y en lo que se permite -y es viable- producir desde el punto de vista radiofĆ³nico.

A mĆ”s de una persona -de esas que aĆŗn escuchan radio- le pasa que mueve la perilla de un lado a otro del dial y le cuesta un mundo encontrar mĆŗsica nueva, o programas de debate o noticias que de veras le hagan querer quedarse en esa radioemisora. Mucha gente ya no escucha radio porque le da pereza que algunas parrillas tienen la misma mĆŗsica de hace 20 aƱos o porque lo que se estĆ” transmitiendo no tiene absolutamente nada que ver con su cotidianeidad, con su comunidad, con sus intereses.

SegĆŗn investigaciones de la Red de Medios e Iniciativas de ComunicaciĆ³n Alternativa (RedMICA), un 73% de las frecuencias de FM en Costa Rica se usan con fines comerciales, un 9% con fines religiosos, un 4% para uso mixto y el 5% para fines pĆŗblicos o comunitarios. Un 71% de la franja AM se usa para fines comerciales, un 21% para religiosos y un 4% para fines pĆŗblicos, en su mayorĆ­a por medios que repiten contenidos de FM o se encuentran fuera del aire. En el caso de la banda de televisiĆ³n, el 78% de los canales matriz son de Ć­ndole comercial, el 17% de Ć­ndole religioso y el 5% son de carĆ”cter pĆŗblico.

De hecho la RedMICA presentĆ³ a la ciudadanĆ­a costarricense un proyecto de Ley Participativa de Radio y TelevisiĆ³n, que entre muchas otras cosas, propone un lĆ­mite a la concentraciĆ³n. En dicho texto establece que ?se prohĆ­be la concentraciĆ³n de frecuencias de radiodifusiĆ³n sonora y televisiva?.

SeƱala que ?existe concentraciĆ³n de frecuencias cuando una misma persona fĆ­sica o jurĆ­dica o un mismo grupo econĆ³mico posea, controle o explote, ya sea directamente o mediante una tercera persona mĆ”s de tres frecuencias principales de televisiĆ³n analĆ³gica con sus respectivas repetidoras; mĆ”s de tres canales de transmisiĆ³n de televisiĆ³n digital terrestre, con sus respectivas repetidoras; mĆ”s de cuatro frecuencias de radio con sus respectivas repetidoras en FM; o mĆ”s de cinco en la banda AM?.

En el caso de la televisiĆ³n, la concentraciĆ³n tambiĆ©n influye en lo que vemos en la pantalla; pero mĆ”s aĆŗn, se homogeneiza lo que la gente opina y se van normalizando actos, eventos, actores.

AdriĆ”n Vergara, profesor universitario y experto en anĆ”lisis de discurso, explicĆ³ que si uno pasa de un canal a otro puede ver que los mismos acontecimientos son lo Ćŗnico que es noticia, como si en el paĆ­s no pasara nada mĆ”s.

?El problema que yo veo es que la perspectiva en que se cuentan o reconstruyen esos acontecimientos es la misma y lo vemos en los canales de televisiĆ³n, incluso entre empresas distintas. Si vemos la reconstrucciĆ³n que se hace de un acontecimiento en Teletica, es muy similar a la que se hace en Repretel o en La NaciĆ³n. Se va construyendo el mismo discurso y no tenemos voces distintas?, seƱalĆ³.

Si bien existen voces o fuentes distintas en el paĆ­s, y medios que presentan los mismos acontecimientos desde otra perspectiva o presentan otros acontecimientos, Ć©stos no tienen el mismo alcance que Repretel, Teletica, La NaciĆ³n o Grupo Extra, dijo Vergara en entrevista.

?Ese acaparamiento de todo el mercado en unas pocas empresas le hace muy mal a la posibilidad de escuchar diversidad de discursos sobre lo que estĆ” pasando en Costa Rica, a nivel informativo por lo menos?, agregĆ³.

Por su parte, el profesor universitario e investigador Carlos Sandoval, afirmĆ³ que ?una estructura oligopĆ³lica tiene influencia en la oferta y estamos ante una oferta muy poco diversa?.

?Cuanto mĆ”s concentrada estĆ”, menos diversa es la oferta. No garantiza la diversidad de contenidos, que es un derecho que tiene la ciudadanĆ­a. Es algo que tiene que ser tutelado. Si los medios exigen rendiciĆ³n de cuentas a las clases polĆ­ticas, deberĆ­a tambiĆ©n se les deberĆ­a exigir rendiciĆ³n de cuentas a los medios. Es importante que los medios le expliquen a la sociedad cuĆ”les son los criterios bajo los cuales definen prioridades en tĆ©rminos de oferta programĆ”tica o de parrilla?, argumentĆ³ Sandoval.

Oscar Aguilar Bulgarelli, quien es uno de los fundadores del Sistema Nacional de Radio y TelevisiĆ³n (SINART), comentĆ³ que la relaciĆ³n evidente entre la lĆ­nea editorial de varios periĆ³dicos de circulaciĆ³n nacional y de la lĆ­nea editorial de los canales de televisiĆ³n de mĆ”s audiencia, ?nos hace que estemos viviendo una conformaciĆ³n de la manera de pensar del costarricense que a nivel mundial se conoce como el pensamiento Ćŗnico, y es el pensamiento orientado hacia el neoliberalismo?.

?El costarricense tiene 30 aƱos de estar recibiendo una enorme cantidad de informaciĆ³n orientada ideolĆ³gicamente hacia los postulados econĆ³micos y polĆ­ticos del neoliberalismo y por eso es que a la gente se le da apenas lo necesario para que conozca lo que estĆ” sucediendo; pero no para que pueda tener un criterio propio?, dijo Aguilar, quien estĆ” escribiendo un libro que se llama ?Costa Rica: dictadura mediĆ”tica?.

Barrera al ejercicio de la libertad de expresiĆ³n

La tendencia monopĆ³lica en los medios de comunicaciĆ³n en el paĆ­s -tanto en televisiĆ³n y radio como en prensa- riƱe con los principios de equidad, representaciĆ³n y democracia de los que tanto se jacta Costa Rica.

La concentraciĆ³n mediĆ”tica es una de las principales barreras al ejercicio de la libertad de expresiĆ³n porque es un obstĆ”culo para la diversidad de medios y el pluralismo de ideas e informaciones. Esto lo ha afirmado tambiĆ©n el Observatorio Latinoamericano de RegulaciĆ³n, Medios y Convergencia (OBSERVACOM).

En otros paĆ­ses de AmĆ©rica Latina, como PerĆŗ, Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, Brasil, MĆ©xico, Uruguay y El Salvador se estĆ”n dando intensos debates sobre la necesidad y legitimidad de polĆ­ticas pĆŗblicas aplicadas por el Estado para evitar el acaparamiento de los medios, por el impacto que representa en la calidad del debate democrĆ”tico.

?Existe un vacĆ­o respecto a temas centrales como cuĆ”les serĆ­an las medidas adecuadas para prevenir y disminuir la concentraciĆ³n, incluyendo la propiedad cruzada, el establecimiento de reservas del espectro para medios sociales y comunitarios, las acciones afirmativas para promover al sector comunitario y el sector pĆŗblico no gubernamental, entre otros temas?, afirma Gustavo GĆ³mez, Director General del OBSERVACOM, quien visitĆ³ el paĆ­s el aƱo pasado.

Por su parte, Omar RincĆ³n, director del Centro de Estudios en Periodismo (CEPER) de la Universidad de Los Andes, Colombia, quien dio la conferencia ?ĀæCĆ³mo democratizar la comunicaciĆ³n??, el 3 de diciembre pasado, en la Universidad de Costa Rica (UCR), la empezĆ³ diciendo: ?La libertad de expresiĆ³n es la cancha donde se juega la democracia?.

?Este es el reto: lograr que los ciudadanos entiendan lo que significa la libertad de expresiĆ³n?, subrayĆ³ RincĆ³n.

?Para esto es necesario que se negocie y se discuta sobre estos asuntos. Temas como el sistema de medios de cara a la convergencia digital, comprender la libertad de expresiĆ³n, no como un control a los contenidos sino a la generaciĆ³n de mĆ”s medios, la importancia de evitar la concentraciĆ³n en los medios privados, encontrar una forma de financiamiento de los medios pĆŗblicos que sea sostenible y lograr, tambiĆ©n, el financiamiento y la creaciĆ³n de espacios para los medios ciudadanos?, dijo RincĆ³n.

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Este reportaje es una producciĆ³n de la AsociaciĆ³n Voces Nuestras, Centro de ComunicaciĆ³n Educativa, con el apoyo de la Rosa Luxemburg Stiftung (RLS).

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